viernes, 12 de julio de 2013

RECORDEMOS A NUESTRO VATE JOSE SANTOS CHOCANO



                                                     





José Santos Chocano Gastañodi fue un poeta y dramaturgo peruano conocido como «El Cantor de América». Nació el 14 de mayo de 1875 en Lima (Perú) y falleció asesinado el 13 de julio de 1934 en Santiago de Chile.

Su verdadero apellido no era Chocano sino Moreno Chocano, según lo han establecido sus biógrafos. Su abuelo se llamaba José Santos Moreno Chocano y Fernández Cornejo; pero su padre, José Félix, omitió el primer apellido para llamarse simplemente José Félix Chocano y Zela. Este era nieto del prócer peruano Francisco Antonio de Zela, quien diera en Tacna el primer grito de independencia del Perú. La madre, María Aurora Gastañodi de la Vega de Chocano, dama trujillana, hija de un acaudalado minero que luego perdería sus propiedades.
La familia vivía en una casa de la calle Argandoña 27, altos, hoy perteneciente al jirón Cailloma, a dos cuadras de Palacio de Gobierno y a una de la iglesia de Santo Domingo.
Entre los 9 y 11 años, Chocano cursó estudios en el Instituto de Lima, también llamado Colegio Alemán. Este lapso abarca de 1884 a 1886. A los 11 años pasa al Colegio de Lima, donde tuvo por condiscípulos, entre otros, a Luis Aurelio Loayza, Clemente Palma y Alberto L. Sánchez, padre de su biógrafo Luis Alberto Sánchez. El jovencito ya daba muestras de inquietud intelectual; dirigía revistas, organizaba certámenes, y sus compañeros lo apodaron "Chocráneo" por su brillante personalidad.

¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!


Es en 1891 que ingresa a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde permanece apenas dos años en la Facultad de Letras. El joven universitario colabora en la revista "El Perú Ilustrado", a la que dirigió por corto tiempo cuando aún no había cumplido los 16 años.
Entre 1893 y 1894 Chocano colabora en "La Tunda", periodiquito de clara tendencia antimilitarista. Eran los años de los peores conflictos políticos que ha sufrido nuestro país en el siglo pasado: "La Tunda" fue clausurado y el poeta puesto en prisión. Durante seis meses permaneció en las mazmorras de la Fortaleza del Real Felipe del puerto del Callao, de las cuales salió triunfante al ser derrocado el general del ejército peruano Andrés Avelino Cáceres Dorregaray. Una junta de gobierno, presidida por Manuel Cándamo Iriarte, asume le gobierno y convoca a las elecciones en que sale ungido como presidente constitucional Nicolás de Piérola Villena. El poeta vive su primera hora de triunfo. Con apenas 20 años es nombrado secretario de Cándamo y luego pasa en serlo de Elías Malpartida, ministro de Hacienda. Luego lo nombran director del Diario Oficial "El Peruano", donde aprovecha para editar sus dos primeros libros. Estos son "Iras Santas, Poemas americanos", impreso en tinta roja; y "En la Aldea, Poesías Americanas", en tinta azul. Un año después, cuando tiene 21 y goza ya de renombre, se lanza a la producción teatral con el drama "Sin nombre", que es un completo fracaso.
Estos dos primeros volúmenes así como el tercero: "Azahares", publicado en 1896, contienen poemas de escasa calidad que más tarde Chocano suprime de su antología.
Aún no ha cumplido los 21 años cuando contrae matrimonio con una joven de 17, Consuelo Bermúdez Velásquez, el año de 1897. Después de la luna de miel reanuda su activa vida literaria. Y lleva adelante además el primero de sus muchos proyectos utópicos: viaja a la selva con el objetivo de establecer un negocio de café. El poeta llama a éste "el viaje de Simbad". "Simbad influyó en mi vida tanto como Aladino en mi arte", declara, y Luis Alberto Sánchez extrae de esta frase el título de la biografía de Chocano: "Aladino, o vida y obra de José Santos Chocano". Naturalmente, el negocio fracasó.
En 1896 el poeta lanza su poemario "Selva Virgen", que es recibido con buena crítica; pero su verdadera consagración ocurre tres años después, al triunfar en sendos concursos de ´poesía con "La Epopeya del Morro" y "El Derrumbe". Ese mismo año de 1899 se estrena "Vendimiario", un drama en tres actos, que recibió crítica adversa.
José Santos Chocano a estas alturas era ya un poeta consagrado, adulado por la sociedad y con fama continental.
Por aquellos días se encontraba en su apogeo el conflicto jurídico entre Perú y Chile. Nuestro país estaba empeñado en que se llevara adelante el Tratado de Ancón (1884), el cual disponía la realización de un plebiscito para decidir la suerte de Tacna y Arica; Chile se negaba a acatarlo. Como la fecha designada para el plebiscito se había vencido con exceso, Perú reclamaba el arbitraje Obligatorio para resolver el diferendo, mientras que Chile quería el Arbitraje Voluntario. El conflicto suscitó debates en todos los países de América, tanto Chile como el Perú empleaban al máximo sus recursos diplomáticos y propagándose a favor de sus respectivas tesis.
Chocano fue designado Agente Oficioso del Perú en Centroamérica para lograr el voto favorable de los gobiernos de esa parte del mundo. El poeta usa su prestigio y artes diplomáticas, y en noviembre de 1901 se encuentra de regreso en Lima, victorioso. Comenta este hecho así en sus Memorias: "Regresé a mi país con tres votos asegurados de las cinco repúblicas para el caso de que se planteara y discutiera el Arbitraje Obligatorio en el Congreso Panamericano próximo a reunirse en México. El presidente Eduardo López de Romaña Alvizuria hízome cumplida justicia; y se apresuró a nombrarme Cónsul General ante las cinco repúblicas de Centroamérica, debiendo fijar mi residencia en Guatemala". Estamos en 1901, año en que la Editorial Maucci edita en España los dos tomos de sus "Poesías Completas", con prólogo de Manuel González Prada.
En Centroamérica desarrolla gran actividad literaria; y en el campo diplomático se anota un triunfo al evitar una guerra entre El Salvador y Guatemala. Retorna al Perú en 1903, y el nuevo presidente, Manuel Cándamo Iriarte, lo nombra Secretario de Primera Clase en la Legación del Perú en Colombia. Chocano tiene un hogar fundado; es padre de Eduardo Adolfo, el primogénito, nacido en Lima el 2 de diciembre de 1897. Sus otros dos hijos, de su matrimonio con Consuelo Bermúdez, son José Alberto, nacido el 7 de agosto de 1901 en Lima, y José Santos, el 15 de octubre en Guatemala.
En Colombia, Chocano tenía la misión de obtener el apoyo del gobierno de ese país en el arbitraje ante España, pero no descuidó su labor literaria. Allá escribe los 12 sonetos de su magnífico "Canto al Magdalena", que luego pasaría a formar parte esencial de su libro "Alma América".
El 14 de abril de 1904 abandona Bogotá con rumbo a Costa Rica, de donde pasa a Nicaragua, para trabajar a órdenes del gobernante de ese país, general José Santos Zelaya López.
De vuelta al Perú, viaja a Chile, donde enriquece su temario con cuadros y evocaciones de dicho país. Fruto de esa visita son "El idilio de los cóndores", "El estrecho de Magallanes", "Caupolicán", "Lautaro" y "El Cóndor ciego".
En mayo de 1905 viaja a España, donde se relaciona de inmediato con lo más graneado de la intelectualidad. Intima con Rubén Darío, que daba los últimos toques a "Cantos de vida y esperanza"; y traba amistad también con Manuel Machado Ruiz y Miguel de Unamuno y Jugo.
"Alma América", con prólogo de Miguel de Unamuno y Jugo, sale a la luz en Madrid en 1906 y, este bello poemario, marca su consagración en España. Simultáneamente Chocano entra en conflicto con la cancillería peruana, que se ve obligada a cancelar sus numerosas deudas.
En julio de 1907 el poeta es envuelto en un sórdido caso de estafa al Banco de España; se ve obligado a abandonar el país, trasladándose a Cuba, de donde pasa a los Estados Unidos de América. Y desde Nueva York escribe una carta a Rubén Darío con una postdata que lo retrata de cuerpo entero: "Olvidaba decirte que me he convencido de la inutilidad de la honradez; si yo hubiera cometido el delito que se me imputa, los mismos que hoy no lo creen lo creerían; y los que lo creyeran serían los mismos. Añoro los cincuenta mil duros, aunque es poco dinero para mí. Y conste que te lo digo con esta sangre fría de héroe o de criminal que es mi mayor gala".
Al salir de España, Chocano había declarado al corresponsal de "El Liberal" de Madrid que se dirigía al Perú. Pero lo cierto es que radicó en Centroamérica durante más de doce años.
Tras una corta y exitosa estancia en la República Dominicana (1908), el poeta se traslada a México "a ejercer sus peligrosas artes de seductor de jefes de Estado", según anota Luis Alberto Sánchez en "Aladino". El poeta iba y venía entre Guatemala, México y los Estados Unidos de América, donde en 1912 se casa con Margot Batres Arzu. Tenía 36 años y su novia guatemalteca, 21. De esta unión nace dos hijos: Antonio José, en 1913 y Alma América, en 1917.
Ese mismo año de 1912 Chocano y su esposa radican en México, país que era gobernado por Francisco Ignacio Madero González; éste es derrocado, asesinado por el general José Victoriano Huerta Márquez. El poeta es desterrado, y parte a Puerto Rico.
Allí Chocano recibe una serie de homenajes y hace campaña a favor de la independencia y en contra de los Estados Unidos de América. En una gira de dos meses obtiene cinco mil dólares por recitales y conferencias.
Derrotado José Victoriano Huerta Márquez, retorna a México, donde se convierte en hombre de confianza del nuevo presidente Venustiano Carranza Garza.
Hacia 1916 Chocano se ha distanciado de Venustiano Carranza Garza y también de Pancho Villa. Para salvar su vida -la enemistad con Pancho Villa siempre era fatal- se traslada a Guatemala.
José Santos Chocano vuelve al Perú en diciembre de 1921, dejando en Centroamérica a su esposa Margot Batres Arzu y sus dos hijos. Ofrece una serie de recitales que son estruendosos éxitos, y entra en polémica con el diario "El Comercio" debido a que reclama un gobierno tiránico para el Perú. En el congreso fracasa una iniciativa para concederle una elevada pensión vitalicia, y el poeta organiza su venganza: convence al alcalde de Lima para que lo coronen, en ceremonia cuya pompa no ha sido igualada hasta la fecha. "La corona de laurel de oro" -dice Luis Alberto Sánchez- "será su mejor presea en medio de las peores vicisitudes. Empero, un día ofrecerá su devolución al Municipio de Lima, visto un crimen que mancha la vida del poeta; será peor, ya en Santiago de Chile, cuando deberá empeñarla por diez mil pesos chilenos para acudir a las necesidades de su hogar, y acaso a las de sus locos sueños de Aladino, pesquisador de tesoros inhallables".
Comienza el año 1923 cuando Chocano se marcha a Venezuela, con el objeto de obtener dinero mediante conferencias y recitales. En Caracas seduce con su verso al tirano Juan Vicente Gómez, y al poco tiempo se convierte en el hombre de moda en la capital venezolana. Pero se da tiempo para viajar a Costa Rica y casarse con la joven Margarita Aguilar, quien lo acompañará hasta la hora de su muerte. Chocano tuvo, pues, tres esposas: Consuelo Bermúdez, Margot Batres y Margarita Aguilar. Con ella retornó a Lima. En la capital peruana logró reunirlas a las tres, más una amante que tuvo en España. Todas seguían queriéndolo. Elabora un poema en honor del primer centenario de la Batalla de Ayacucho, el cual no es uno de sus mejores.
Luego de amarga polémica con el escritor Edwin Elmore Letts, quien lo había calificado de "vulgar impostor" en un artículo que iba a ser publicado en "La Crónica" y que llegó a leer, lo asesina en la puerta del diario "El Comercio", donde se encuentran fortuitamente. Presenció el homicidio el director de "El Comercio" Antonio Miró Quesada, a quien el poeta le entregó el revólver.
Puesto en prisión, no muestra arrepentimiento. Dirige una carta abierta al alcalde de Lima devolviéndole la corona que le ciñeran en 1922 e inicia una tenaz campaña detractora contra su víctima, calificando al padre de ésta de "traidor", que no lo fue. El 31 de enero de 1926 pone en circulación una hoja redactada en la prisión: "La hoguera", difamando públicamente a Edwin Elmore Letts.
Chocano estuvo en prisión dorada. En el Hospital Militar Central disponía de dos habitaciones y de baño privado, y allí llevó a Margarita Aguilar, quien estaba encinta, y dio a luz a su hijo Jorge Santos.
El proceso en el que Chocano se mostró despectivo y altanero, tuvo ribetes de opereta. El poeta rechazó la posibilidad de un indulto, afirmando no haber cometido delito alguno, y finalmente el congreso ordenó cortar el juicio, con lo que Chocano abandonó el hospital-prisión el 10 de abril de 1927.
En torno al poeta-asesino se hizo el vacío. Muchos le negaban el saludo. Aún así, permaneció en Lima dos años, antes de partir hacia Chile, donde encontraría la muerte.

Muerte del Bate
En 1928 el autor de "Alma América" parte al exilio voluntario y se establece en Santiago de Chile, en una modesta casa no lejos de la Oficina Central de Correos. Apremiado por dificultades económicas gestiona con su amigo uruguayo Edgardo Ubaldo Genta una gira de recitales, que será su ilusión hasta el día de su vida.
En 1930 decide escribir memorias y ofrecerlas con carácter exclusivo a los principales diarios de América. Diez años más tarde, muerto su autor, se publica un volumen con los capítulos que llegó a escribir.
En 1931 muere su madre. Pese a las adversas circunstancias, el poeta sigue escribiendo. En 1934 anuncia la próxima aparición de su libro "Primicias de oro de indias", un avance de su obra completa, que se titulará "Oro de indias".
Por su precaria economía le es imposible rescatar de la Caja de Crédito Popular la corona de oro que doce años atrás le obsequiaran los municipios del Perú. Para evitar que se pierda definitivamente hace que un amigo suyo, el abogado santiaguino Lisandro Santelices, la rescate mediante el pago de diez mil pesos y la tenga en custodia hasta tiempos mejores.
El 13 de diciembre de 1934 -el vate siempre odió el numero 13- Chocano se dirigía al centro de la ciudad para arreglar asuntos relacionados con sus libros y su viaje. Faltaban pocos minutos para las 5 de la tarde. Abordó el tranvía, y pocas cuadras después lo hizo un individuo flaco, taciturno, quien tomó asiento. Repentinamente el hombre, identificado como Martín Bruce Badilla, se levantó; avanzó hasta donde estaba el poeta y sin que mediara palabra alguna le clavó en el corazón la hoja de un cortaplumas... repitió el golpe, y como la víctima tratara de huir, lo apuñaló dos veces por la espalda. Unos jóvenes que pasaban en automóvil lo llevaron a una posta médica, donde llegó cadáver.
De acuerdo a las revelaciones hechas en el proceso, Martín Bruce Badilla era un hombre de 49 años de edad, casado, comerciante, que se dedicaba con escaso éxito a vender un insecticida.
El asesino Martín Bruce Badilla declaró que había entrado en sociedad con Chocano para realizar excavaciones en Miraflores, esquina del Parque Forestal de Santiago "para encontrar un tesoro del cual yo tenía conocimiento". Su esposa Leontina Bañados de Bruce afirmó que el homicida le había entregado 10 mil pesos a Chocano para inútiles excavaciones, pero el mismo Martín Bruce Badilla declaró que él había empleado dicha suma en gestiones administrativas y que no entregó ninguna cantidad al poeta.
Los peritos designados por la justicia establecieron que Martín Bruce Badilla había cometido el crimen dentro de un estado mental enfermizo, y finalmente fue recluido en un manicomio de Santiago, donde muere en 1951, a los 65 años de edad.
Premonitoriamente, veinte años antes de su trágico deceso, Chocano había escrito en Cuba:

VIDA NÁUFRAGA
Busco obstinadamente un metro cuadrado
de tierra, en que los hombres me dejen levantar
una torre muy alta, como nadie ha soñado...
¡Y cuando, al fin, lo encuentro, la vida me echa al mar!

Sólo un metro cuadrado busco de tierra firme:
(tal el "punto de apoyo" que pidió el Sabio aquél);
que en él, si no la torre que soñé construirme
plantarían mis manos un rosal y un laurel.

Cuantas veces me empeño por poner a mi ensueño
una base tranquila, cierta voz dice: -¡andar!-
En vez de árbol que arraiga, soy apenas un leño
condenado al insomnio convulsivo del mar...

Este metro cuadrado que en la tierra he buscado,
vendrá tarde a ser mío. Muerto, al fin, lo tendré...
Yo no espero ya ahora más que un metro cuadrado
donde tengan un día que enterrarme de pie.

En 1965, año en que llegan sus restos al Perú, y son recibidos con grandes honores, se cumple su premonición. Lo sepultan en un metro cuadrado, de pie, según fue su voluntad, en el Cementerio General de Lima.

F.L.


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